Poder en Red. El Laboratorio de la Política on-line
Propuestas de investigación compartidas para estudios del poder político a partir del Análisis de Redes Sociales desde la observación participante.
viernes, 8 de agosto de 2014
Evolución de la concentración de capitales de las 24 familias mexicanas a partir de fases de crisis financieras
La concentración de las grandes empresas vistas desde las Redes Sociales. Lo que el gráfico presenta es la evolución de la concentración de capitales (empresas+bancos) de 24 familias de empresarios predominantes en México desde la década de 1960. Esta gráfica muestra que desde 1976 a 1994, las grandes familias y sus empresas han sufrido cambios en sus relaciones, que se desencadenaron con la crisis de 1982 y que permitieron la entrada de las casas de bolsa como nuevos agentes de concentración de capitales desde la década de 1980, quienes se beneficiaron por los CETES que emitió el gobierno para el pago de la deuda.
sábado, 4 de febrero de 2012
4. La angustia en los sistemas de transporte. Geometría del Bloqueo (IV)
Los sistemas de
transporte están diseñados como espacios instrumentales para la
actividad humana de zonas urbanas altamente densas. Para implementar
un sistema de transporte como el Metro, se necesita tener un mínimo
de población, que va entre un millón y 5 millones de personas. Por
su parte, el sistema de autobuses y microbuses son los medios de
comunicación más extendidos en todo el mundo, aunque el sistema de
funcionamiento económico condiciona la seguridad que pueda ofrecer.
Así por ejemplo, cuando no están reguladas las terminales, las
paradas, o incluso cuando se les condiciona a los choferes su salario
en base al número de pasajeros que suben o al tiempo mínimo que
hacen. Esto incrementa las probabilidades de sufrir o no un
accidente.
Con esto comienzo a describir lo angustiante que resulta cualquier TPM. Empezando con la planeación de nuestro destino hasta la propia configuración del sistema así como la densidad de la población, el día y la hora en que salen, amén de los peligros de delincuencia de cada ciudad, entre otros tantos factores.
Por ejemplo, si
quisiéramos realizar una tarea, digamos llegar a trabajar, lo
primero que debemos realizar es tener una motivación, planear el
destino y tener en mente el tiempo de la realización de la tarea.
Esto es el primer trabajo de nuestro sistema psíquico que se ajusta
a la tarea a realizar. Posteriormente debemos salir de nuestra casa,
digamos a las 7 de la mañana cuando la mayoría de las personas
realizan la misma tarea, caminar hacia el transporte público y
seleccionarlo por descarte, es decir, aquí ya viene otro cálculo
que nos permita elegir bajo criterios heurísticos el transporte que
nos llevará en el tiempo que deseamos llegar, claro suponiendo que
salgamos a tiempo pues la labor se complica cuando salimos tarde.
Aquí comienza a generarse la ansiedad.
Posteriormente, al
tomar ese y/u otros sistemas de transporte seleccionado, comenzamos a
sufrir las dinámicas propias de la aglomeración, es decir, del
sistema social y por otro del tránsito y capacidades tecnológicas y
viales propias del transporte. Ello genera frustración puesto que la
realidad no coincide con las condiciones y tiempos estimados en
nuestro plan mental; este desfase genera mayores grados de angustia.
Finalmente, la
frustración puede generarse si llegamos o no al lugar planeado para
llevar a cabo la tarea elegida, es decir, llegar a trabajar. El
proceso se vuelve inverso y se puede repetir, cuando debemos realizar
el regreso a nuestro hogar, imaginémoslo a las 6 de la tarde, cuando
la mayoría de los trabajadores salen y tienen planes similares al
nuestro. En consecuencia estamos hablando de un sistema complejo en
la que interactúan deseos, contextos psíquicos, se interrelacionan
las competencias colectivas por espacios cómodos, se agrega el
tráfico del transporte y por supuesto, las personas que esperan que
lleguemos al lugar de destino.
Gráfico
9. Diagrama del flujo angustiante usando el sistema de transporte.
Fuente:
Elaboración propia de un sistema simple de planeación de viaje
La frustración
individual, por tanto, repercute en el comportamiento del sujeto que
interacciona con otros en una dinámica de aglomeración en lugares
cerrados y móviles. Este fenómenos colectivamente compartido y
condicionado por el sistema de transporte, se observa en eventos de
violencia y en la velocidad promedio con la que la gente camina.
Dentro de los vagones, en tanto, la violencia derivada de la
frustración, ya no tanto de la angustia, se observa en la falta de
cooperación para optimizar el espacio de los vagones para cooperar
con los deseos de los demás de ocupar un lugar para llegar a su
destino, es decir la instauración de cubos de bloqueo.
En el sistema de
trenes japoneses, se dieron cuenta de esta dinámica, de alguna
manera y estructuraron una labor para forzar que las aglomeraciones
ocuparan de manera eficiente, todos los espacios del vagón a través
de personas autorizadas para empujar el flujo de personas al carro.
Ello quizás se deba a que en sociedades capitalistas desarrolladas
como la nipona, el tiempo es dinero y por tanto, el ajuste sistémico
a estas condiciones de producción y acumulación monetaria necesita
de esquemas neuróticos para llevarla a cabo. La obsesión por el
tiempo y el hacer las cosas a cualquier precio en un sistema social
complejo.
Sería
interesante conocer la simbología del metro, como espacio de
muestras extremas de frustración como lo hacen los suicidas que
deciden tirarse a las vías del tren. Proporcionalmente son mayores
los casos de personas que se tiran a las vías del metro que aquellas
que se tiran al paso de un autobús o microbús. Esto es otro tema,
que puede ser desarrollado, sino es que ya lo está, por alguna otra
investigación que al menos en este ensayo no tocaremos.
Finalmente, el
siguiente capítulo tiene como tarea someter a prueba los postulados
aquí descritos, y para ello implementará 3 experimentos que
pretenderán explicar la formación de cubos de bloqueo ya sea desde
el punto de vista matemático, sistémico y humano.
3. Dinámica de los flujos sociales en ambientes aglomerados. Geometría del Bloqueo Público (III)
Hablamos de flujos de
personas dentro de un TPM como si fuese una sustancia líquida que va
dispersándose dentro de un contenedor. Esta alegoría no es nada
descabellada, en particular porque el acomodo del flujo humano en
condiciones de aglomeración dentro de un transporte se parece al
vaciado de un gel en un contenedor. Pero vamos por pasos. Al parecer
no sólo deberíaos hacer uso de la mecánica o dinámica de los
fluidos.
Han habido otros
trabajos como el de H. Yeh y otros (2008) que a través de
simulaciones computacionales introducen un concepto simple llamado
“agentes compuestos” para modelar fácilmente una variedad de
comportamientos emergentes para una simulación de aglomeración de
agente base. La formulación del agente base mejora un método para
un agente simple para extender su influencia sobre otros agentes.
Además, su trabajo aporta algoritmos para simular agresión,
prioridad, autoridad, protección entre otros comportamientos
aglomerados. Su trabajo, ofrece un panorama 3D, algoritmos y una
simulación sobre estos y otros comportamientos en condiciones de
aglomeración, justamente lo prueban en el metro de Nueva York. En el
siguiente gráfico se muestra un ejemplo de la simulación
computacional ofrecida por el trabajo de Yeh y otros.
Gráfico
7. Ejemplo del trabajo de Yeh y otros (2008, 7)
Es un trabajo muy
bien fundamentado, desde el punto de vista matemático y
computacional, por lo que buscaré someterlo a prueba en el capítulo
II, que está destinado a la aplicación de grupos experimentales.
Para ello, utilizaremos 2 grupos, uno de hormigas y otro de humanos
en la línea 1 del Metro de la ciudad de México, la línea 3 del
Metrobus. Los algoritmos y resultados serán igualmente descritos en
el capítulo siguiente.
No obstante,
considero que los seres humanos parecen mostrar alguna conexión bajo
condiciones de aglomeración algo parecido a lo que ocurre en el
comportamiento de los gases. Es decir, el parecido inicial observable
es que el fluido, dependiendo de su viscosidad, se acomoda a la
geometría del contenedor. Un gas que llena un contenedor,
experimenta una aglomeración de las partículas que componente ese
gas, por lo que se pueden verse partículas en el fondo, pero también
cuando ya no hay suficiente para todas las partículas del gas, éste
tiende a colapsar las entradas, por lo que existen partículas que
intentan entrar y otras que intentan salir, por lo que las
entradas-salidas se encuentran saturadas (Ver Gráfico 8).
Gráfico
8. Esquemas de las direcciones que ocupa un gas en un contenedor
La
diferencia con los gases nobles es que en los flujos humanos, las
partículas (sujetos) tienen la facultad de elegir los lugares en
donde quieren estar, aunque también están condicionados a los
lugares disponibles, a las dimensiones del vagón y a los conflictos
que su pudieran generar con otros sujetos. Es decir, si quisiéramos
seguir a una partícula de gas dentro de un contenedor para saber que
lugares podría ir ocupando, podríamos suponerlo a partir de un
cálculo probabilístico basado en procesos estocásticos. Podría
ocupar cualquier lugar y cuando mucho podríamos saber rangos de los
probables lugares en donde se podría encontrar. En cambio, si
quisiéramos repetir el experimento con humanos, podríamos hacer dos
cosas, uno, preguntarle con anterioridad en donde estará o dos,
condicionarlo a que busque el lugar que le solicitamos, por ejemplo,
buscar un asiento pegado en la segunda puerta. En consecuencia,
encontramos un caso de estocacidad mayor que en un gas, puesto que el
lugar que ocuparía en el vagón, no sólo estaría condicionado por
la geometría del mismo, sino por la decisión que se le ocurra en
base a cálculos emotivo-racionales.
sábado, 14 de enero de 2012
2. Geometría de los Transportes Públicos Masivos. Geometría del Bloqueo (II)
El fenómeno
social que aquí se analiza es el comportamiento colectivo en
espacios finitos de transporte público masivo en condiciones de
aglomeración y frustración que deriva en formas de violencia
simbólica. En consecuencia, este apartado trataré sobre las formas
en que están distribuidos los transportes públicos. Para ello
tomaré 4 ejemplos de TPM como lo son el metro, el metrobus y el
microbus de la ciudad de México. Para someter a prueba la primera
hipótesis (H1) realizaré primero un descripción de los espacios
del TPM, es decir la geometría de los vagones como una variable
dependiente del comportamiento colectivo en aglomeración.
a. El Metro
Desde finales
del siglo XIX, el metro como sistema de transporte, basado en el
diseño y funcionalidad del ferrocarril, ha funcionado para llevar
personas y mercancías a diferentes destinos. Desde su aparición en
el año de 1863 como sistema de transporte privado en la ciudad
inglesa de Londres bajo el nombre de Metropolitan Railway -de ahí el
nombre de Metro- comenzó con 6 km de línea. El primer Metro
en instalarse en el continente americano fue el metro de Nueva York
en el mismo año que comenzó a operar el metro londinense,
paradójicamente, el tercero más antiguo y el más corto del mundo
es el de Estambul desde 1876. El metro rápidamente se convirtió en
un invento cuyo valor social rápidamente se ha venido incrementando.
No fue sino
hasta la primera década del siglo XX cuando el “Metro” fue
impulsado en América Latina. El primero en implementarlo fue la
ciudad de Buenos Aires, que desde 1913 se le conoce como “Subte”,
que al igual que el metro inglés llamado Subway o Tube, proviene su
denominación del lugar en donde se encuentra. Pero casi cinco
décadas después del primer metro latinoamericano, fue posible la
instauración del segundo metro en la ciudad de México. A partir del
4 de septiembre de 1969 realizó su primer recorrido la Línea 1
(Rosa) de 20 estaciones recorriendo la ruta de Chapultepec-Zaragoza
fue ampliándose con otras
líneas y servicios agregados. Es además el sistema más amplio de
América Latina.
Los
siguientes metros fueron los de la ciudad de Sao Paulo (1974), Río
de Janeiro (1979), Santiago de Chile (1975) y no fue sino hasta las
décadas de los 80's y 90's cuando se dio el boom
en la construcción de metros en el subcontinente. El último en
agregarse es el metro de la ciudad de Santo Domingo, en República
Dominicana en el año 2008.
Actualmente
está en construcción la línea dorada que sería la 12° línea del
entramado del Metro. El Metro cuenta con una longitud de 201,4 km de
línea férrea, cuenta con 11 líneas y 175 estaciones, 3042 vagones
e instalaciones que transportan más de 1 millones de viajes
anuales1.
Adicionalmente, la ciudad de México cuenta con un sistema de
transporte de tren ligero, una red de 3 estaciones de Metrobus2,
y una conexión con el Tren Suburbano que comparte con el Estado de
México. Además de ello, la ciudad cuenta con un sistema privado de
Microbuses y de autobuses concesionarios, así como con el sistema de
taxis privados más grande del mundo.
La
afluencia de los últimos 8 años del Metro supera los mil millones
de viajes anuales y se mantiene en un promedio de mil 300 millones de
viajes, tal como se observa en la gráfica siguiente:
Gráfica
2. Afluencia anual de viajes del Metro de la ciudad de México.
Las
dimensiones y estructuras de los vagones del metro son similares en
varias partes del mundo. Así, por ejemplo, en la gráfica 3, se
muestra una comparación de los vagones del metro que fabrica la
empresa franco-candadiense Alsthom, que a su vez ha diseñado los
carros de ciudades como París y Santiago de Chile, y por su puesto,
de la Ciudad de México.
Gráfico
3. Carros de Metro de la Ciudad de México, París y Santiago de
Chile.
Como puede
observarse, la geometría de los vagones que se asemejan y que para
este estudio, son variables independientes del comportamiento
colectivo en aglomeraciones, puede servir para poderlo replicar en
las capitales chilena y francesa, respectivamente. Para este
análisis, nos servirá el de la ciudad de México, aunque cabe
resaltar que ya he sido usuario del sistema de transporte chileno por
3 años, y puedo sostener que existen características de
comportamiento similares al de la ciudad de México.
Asimismo,
existen otras empresas que diseñan y producen otros vagones para
otras ciudades y que se asemejan en proporciones y diseños de la
carrocería, así como de la la distribución de las entradas que
parece enstandarizarse. En la gráfica 4, se muestran los diseños
que la otra constructora de vagones de la ciudad de México produce,
me refiero a la empresa Bombardier.
Gráfico
4. Esquema de los vagones del Metro de la Ciudad de México
Para el caso
“chilango”1
las proporciones del vagón de la ciudad de México son las mismas a
través de los años, aunque existen modificaciones al interior de
éstos en donde se distribuyen de diferentes formas los asientos.
Esto es muy importante, pues habla de que existe un interés por
parte de los diseñadores de vagones para optimizar el flujo de
pasajeros, que es algo obvio para este tipo de tareas. Lo innovador
de este análisis, al menos como propuesta, es el hecho de someter a
prueba el diseño de estos vagones desde el punto de vista de las
ciencias sociales en contextos de la vida diaria.
En el gráfico
5, se aprecia el diseño de dos vagones del metro con conexiones
articuladas que son los últimos modelos que la ciudad de México
posee. Salvo el hecho de la articulación, que permite que todos los
vagones estén conectados y que en los anteriores estaban cerrados,
las proporciones son idénticas.
Gráfico
5. Diseño exterior de los vagones articulados del Metro.
Fuente:
Alsthom Co.
Por su parte, el
interior de estos vagones articulados se distribuye de forma
igualitaria en prácticamente todos los vagones, excepto los de los
extremos en donde se encuentran las cabinas de control. Los 12
vagones tienen una envergadura de 15 metros de largo cada uno por 2.5
metros de ancho por 2.5 metros de alto. Como puede mostrarse en el
gráfico 6, se muestra el diseño interior de un vagón articulado
que corresponden a los carros más nuevos del Metro de la ciudad de
México.
Gráfico
6. Diseño del interior de un vagón de metro articulado
Fuente:
Alsthom, 2011
1Que
es una forma de llamarle a los residentes, aunque no necesariamente
oriundos, de la ciudad de México. Proviene de una derivación del
náhuatl que se refiere a la mancha oscura de mugre que se observa
en la ropa cuando alguien suda mucho.
2Al
momento de escribir este artículo se construye la línea 4 que
recorrerá algunas calles del centro, lo que ha provocado malestar
entre los vecinos y comerciantes de la zona.
viernes, 30 de diciembre de 2011
La Geometría del Bloqueo Público (I)
Introducción
Todos los
transportes públicos masivos (TMP) poseen figuras rectangulares con
el objetivo de aprovechar y ajustarse al máximo a los espacios de
las vías, carreteras, calles y avenidas por las que circulan. Los
metros, autobuses, microbuses y metrobuses en todo el mundo tienen
una figura poliédrica o cilíndrica y los accesos se ubican por lo
general a los costados y regularmente van de entre 2 a 4 accesos por
vagón.
En América
Latina existen 6 tipos de TPM que caben dentro de la descripción
anterior. Estos son el metro, los trenes, los autobuses, microbuses,
minibuses o furgonetas y los metrobuses. A pesar de que sean públicos
los transportes masivos, la geometría de los vagones condiciona la
formación de estructuras humanas desvinculadas que intentan
adaptarse a la geometría del transporte a partir de la probabilidad
que confluyen en el espacio-tiempo. Es decir, existe una
configuración caótica incesante para poder viajar en el transporte
público. De ahí me surgen preguntas como ¿Cuáles son los factores
determinantes para la conformación de bloques de personas que
bloquean las entradas? ¿Será mera probabilidad o tendrá que ver
alguna estructura mental proclive al bloqueo?
Supongo que para
conocer las diversas formas de distribución se debería a un proceso
estocástico, es decir, un proceso de variables aleatorias que
evolucionan de acuerdo a otra variable, que lo lo general es el
tiempo, aunque en este caso, podría ser las formas geométricas del
transporte público.
En este sentido,
propongo como hipótesis para la explicación de este fenómeno las
siguientes premisas para someterse a prueba:
H1: Lo que
genera el bloqueo público radica en el diseño de los vagones de
transporte público. En este sentido, la reducción de espacio es
intrínsecamente proporcional a la probabilidad de chocar con otra
persona. El diseño genera una competencia imperfecta en la cual la
probabilidad de encontrar un asiento es menor a la probabilidad de
viajar de pie. El diseño en forma de cilindro o poliedro de los TPM
provoca una percepción de espacio reducido y, en periodos de alta
congestión, propicia en los usuarios que calculen que el tiempo de
descender del vagón será menor si se posicionan en la entrada a
diferencia de si se desplazan hacia los pasillos.
H2: Los espacios
donde se genera congestión pública influye en la creación
irreflexiva de bloques o nudos en grupos de personas que actúan su
descontento con el incremento de un mayor numero de personas al
sistema congestionado. Dado que el congesiontamiento público podría
considerarse un sistema de conglomerados no deseado, los bloqueos
funcionan para disipar la energía generada por la congestión
colectiva en espacios cerrados que funcionan como sistemas de
transporte colectivo.
H3: Variables
psicologicas. Comportamiento en onda y decisión en lo particular.
Espacios de disipación
Al acceder al
TPM en las grandes ciudades latinoamericanas, como la de México, no
sabremos que probabilidad tendremos de ocupar un asiento en el metro,
ni de ocupar un lugar de pie ya sea en el pasillo o en el acceso del
metro. En este sentido, considero que existen 3 tipos de bloques o
clusters estructurales de los TPM a los que los usuarios
tenemos alguna probabilidad de conformar, y que he llamado Espacios
de Disipación que pueden categorizar en los siguientes conceptos: a.
Cuadros estáticos; b. Flujos vinculantes entre cubos y; c. Cubo de
Bloqueo, y que describiré a continuación:
a. Cuadros Estáticos
Son los cuadros
que se forman por los asientos. Son estáticos porque, al igual que
las paredes del transporte, delimitan los espacios de movilidad
dentro de la unidad. En cuanto a la comodidad, son los lugares
privilegiados de los transportes y que por tanto, si consideramos una
especie de juego de competencia cerrada, los asientos son una especie
de trofeo en el que el ganador tiene el asiento y el perdedor se
queda parado y a merced de la voracidad del flujo vinculante o de los
cubos de bloqueo.
Dado que los
ingenieros que desarrollaron los TPM buscaron la “optimización de
espacios”, infiero que consideraron que menos cuadros estáticos
servirían para generar mayores flujos de personas que
aleatoriamente, se adaptarían a los amplios corredores, generando
con ello mayor aprovechamiento del lugar. Sin embargo, es probable
que sacrificar comodidad e igualdad por eficiencia y “optimización
de espacios” podría tener mayor aceptación entre las masas
acostumbradas a la división dentro de las clases sociales promovidas
por la burocracia gobernante. En este sentido ¿operará la geometría
de los TPM como una parte del aparato del poder del Estado para
confrontar a la clase trabajadora? Quizás sea como con los salarios,
diferenciados, escalares y con un relativismo negativo respecto al
trabajo realizado, y con una ideología burguesa que culpa al
trabajador-usuario y no al sistema de los problemas asociados a la
falta de igualdad.
b. Flujo Vinculante entre cubos
Por otra parte,
existe otro grupo de personas que anexas al cubo forman una o dos
líneas de enlace entre los cubos y que viajan en los pasillos.
Cuando conforman las líneas por voluntad propia o por alguna
expulsión accidental del Cubo pareciera de igual manera que se
generara un acuerdo no escrito ni hablado, pero sobreentendido en el
cual existe una mayor posibilidad de conformar parte de este grupo
-al que denomino flujo vinculante entre cubos (FVC)- que en
cuestión de comodidad ocuparía el segundo lugar.
La función de
estos corredores es la de distribuir a los usuarios en la competencia
de espacios, y a diferencia de los cuadrados y los cubos la movilidad
es mayor. Sin embargo, en ciertos momentos incongruentes, como por
ejemplo las horas pico, la densidad de los usuarios no se acumula en
estos flujos, sino que se detiene en los cubos. Digo incongruente,
puesto que en términos de la teoría de elección racional acerca de
la optimización de espacios en base a cálculos racionales para la
obtención de utilidades – un viaje rápido con las mayores
comodidades- un conglomerado de personas en un sistema disipativo
cerrado que deben competir y no cooperar por espacios de comodidad,
aunque eso no deterine la velocidad pero sí la oportunidad del
viaje, deciden condensarse en cubos de bloqueoy no en flujos de
distribución.
c. Cubo de Bloqueo
Los colores,
nombres e instalaciones de los TPM cambia en cualquiera de los casos
en cualquier país latinoamericano, pero lo que parece no cambiar es
la conducta de los usuarios a bloquear las entradas, generalmente a
las horas más transitadas. No importa si existe un pasillo en el
cual otros usuarios viajan con mayores comodidades en comparación
con los que conforman lo que denomino el cubo de bloqueo (CBQ)
y que es el problema que originó este trabajo.
Muchos usuarios
del TPM nos hemos enfrentado al reto de penetrar ese CBQ para poder
viajar al destino que nos hemos propuesto. En ocasiones llega a ser
frustrante el no poder llegar a una reunión importante por culpa del
cubo de bloqueo, el cual parece en ocasiones inerme a cualquier
manera de deformación. Pareciera como si existiera un contrato
implícito entre los integrantes del Cubo para impedir que un nuevo
integrante se sume en algún momento crítico, ya sea para ingresar o
descender del TPM. Si lo vemos por comodidad, ocupa el último lugar
dentro de cualquier transporte.
Cuando el cubo
es confrontado, genera un sistema individual de reacción verbalizada
contra el que confronta, ya sea el usuario que quiere entrar o salir.
Las variables de resupuesta por lo general llaman a la incongruencia
del inconforme, en donde se da por supuesto de que se debe tolerar el
bloqueo dado que es algo intrínseco a viajar en TPM.
Pero la función
del CQB tiene que ver con la disipación del flujo de personas a
ingresar al vagón que se encuentra en un estado de congestión
relativo. En este sentido, es la actuación de la inconformidad con
un aumento en el flujo de personas, contra la necesidad de los nuevos
integrantes a usar el transporte a pesar de que ello implique formar
parte de la congestión.
Como se muestra
en el gráfico 1, en el cual se aprecian los tres espacios de
disipación anteriormente descritos del Metro de la ciudad de México,
es posible ver parte de la problemática que a lo largo de este
ensayo desarrollaré desde la estadística, la geometría, la
sociología, psicología y la antropología urbana.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Bienvenid@
Este blog intenta ser una invitación a replantear los estudios del poder en Ciencia Política a partir de explorar nuevos análisis políticos que vayan más allá de estudios electorales, de partidos y elecciones racionales, y otros tantos clásicos.
La propuesta es pasar del arte a la ciencia de interpretar datos, así como de generar datos a partir de las experiencias. En este sentido, es invitar a los lectores y autores a analizar el poder en cualquiera de los ámbitos sociales o grupos (a los que llamaremos redes) como si fuera nuestro propio laboratorio político.
La Ciencia de la Política podría avanzar más si intentamos construir metodologías y tecnologías autónomas si agregamos a las demás ciencias para apoyarnos en nuestro campo de investigación, en este caso, el poder como forma de relación humana.
Quizás si analizamos la forma en cómo se reproduce el poder en la sociedades complejas, podremos dar una mejor propuesta para diseñar mayores y mejores sistemas de gobierno, Estados y formas de relaciones interpersonales iniciando desde el ámbito familiar.
La democracia es el sistema de relación y ejercicio del poder que apela a la distribución equitativa de las decisiones en sociedades complejas, y hasta el momento es la mejor propuesta que el discurso dominante y contradominante traen en boga. ¿Existirá acaso, una mejor forma de relación equitativa y masiva del poder que la democracia? ¿Cómo y cuáles serían esas limitaciones? ¿Cómo podría ser la propuesta epistemológica de la post-democracia? ¿Podrá la ciencia aportar estas y otras respuestas?
Te invito a arriesgarte a saber.
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